La población con discapacidad intelectual tiene diez veces más probabilidades de sufrir abuso o maltrato que la población general y la inmensa mayoría se produce en el entorno más cercano a la víctima (familia, vecindario, centro, etc.) según la experta Malluca Alemany. De hecho, las estadísticas de otros países señalan que hasta el 80% de las personas con discapacidad sufre una situación de abuso, no sólo de tipo sexual, pero sí en su mayoría.

En la Fundación a La Par, que atiende a estas víctimas, han registrado que el 70% de los casos es en mujeres y el 30 restante hombres.

Alemany habló sobre la prevención y detección del abuso sexual en las personas con discapacidad intelectual y respondió a las preguntas de los más de 40 asistentes en la charla organizada por Plena inclusión el pasado martes 20. La detección, la prevención, los signos de alerta para los profesionales y seres queridos, los problemas a la hora de denunciar y de comprender los procesos judiciales, etc. son algunos de los temas que Alemany y las asistentes compartieron.

La grabación completa de la sesión se puede ver en esta misma página web y en nuestro canal de YouTube.

La Unidad de Atención a Víctimas con Discapacidad Intelectual de Fundación a la Par, una iniciativa pionera en España que se dedica a acompañar a las víctimas en el proceso de denuncia y para que su testimonio sea válido en el procedimiento judicial. En  2010 empezaron con 5 casos y el año pasado alcanzaron casi los 200.

Alemany subrayó la necesidad de tener en cuenta la posibilidad del abuso en todos los casos, ya que muchas veces no se contempla “porque es doloroso o simplemente inconcebible para nosotras”. Además, se detuvo en las circunstancias que hacen que las personas con discapacidad sean especialmente vulnerables como la inseguridad, la falta de información sobre la sexualidad, las dificultades de comunicación, etc.

Los profesionales de las asociaciones de Plena inclusión que participaron en la charla coincidieron en la importancia de formarse en este área y de contar con herramientas adecuadas para detectar y prevenir estas situaciones y apoyar a las víctimas con discapacidad intelectual.