El viaje se centró en indagar cómo viven las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que tienen más necesidades de apoyo fuera de las instituciones, en observar todas las claves del modelo escocés de cuidados y apoyos autodirigidos y en delimitar qué papel tiene la Administración pública en este modelo.
Escocia tiene 32 regiones, que cuentan con gobiernos regionales. Cada uno organiza sus propios servicios sociales, que son de proximidad. En cada localidad existen trabajadores sociales de la administración pública y desde 2013 hay una Ley de Cuidados y Apoyos Autodirigidos, que establece el derecho de las personas en situación de dependencia a un presupuesto personal.
Asignaciones de presupuesto
Estas personas dependientes solicitan a los trabajadores sociales ese presupuesto y ellos realizan una valoración con el fin de asignar el que corresponde a cada persona en función de sus necesidades e intereses. Una vez asignado el presupuesto, cada persona dispone de él plenamente y puede solicitar todo tipo de apoyos cercanos a su propio lugar de residencia.
La segunda jornada del viaje estuvo centrada en conocer de primera mano las experiencias de vida en comunidad de las personas en Escocia, así como las entidades que gestionan estos apoyos, como Enable. La comitiva visitó entidades y viviendas, y tuvo la oportunidad de hablar con profesionales de apoyo y con las propias personas con discapacidad intelectual.
El tercer día, las organizaciones anfitrionas celebraron un CitizenFest en un centro comunitario de Glasgow. Durante el mismo se presentaron 6 organizaciones que realizan apoyos autodirigidos con diferentes colectivos. Para terminar, Plena inclusión y Radical Visions compararon los detalles del sistema español y el escocés, en una dinámica que sirvió para realizar un panel de trabajo con metas a corto y largo plazo para poder traer a España la experiencia escocesa.