La Accesibilidad Cognitiva es la condición que deben cumplir los textos, los entornos físicos y los entornos digitales para que todas las personas puedan entenderlos y utilizarlos con facilidad. El experto en Accesibilidad Cognitiva de Plena inclusión Región de Murcia, Juanjo Muñoz, ofrece diez recomendaciones para que los mensajes escritos resulten más comprensibles y alcancen  la Accesibilidad Cognitiva.

 

1. Usar la empatía y ponernos en el lugar de la otra persona. No hay que dar por supuesto que el usuario debe saber lo mismo que nosotros, pero sí que puede comprenderlo si se le explica bien. Por eso, aunque para nosotros esté muy claro, es importante no dar nada por sentado. Sin embargo, sí debemos presuponer que la persona es capaz de comprender el trámite con una información y apoyos adecuados.

 

2. Replantear la información desde cero. Muchas veces repetimos fórmulas o reutilizamos escritos simplemente por el hecho de que es ‘como se ha hecho siempre’ o simplemente para ahorrar esfuerzo. La información accesible requiere más esfuerzo por parte del emisor precisamente para que requiera menos esfuerzo del receptor.

 

3. Responder a las preguntas del usuario. Las preguntas básicas a las que debe responder cualquier texto informativo son: qué, quién, cuándo, cómo, dónde y por qué o para qué. Estas mismas preguntas nos sirven de guía para escribir. 

 

4. Ofrecer siempre de forma clara y visible una ayuda para realizar el trámite por tantas vías y medios como sea posible. Además, hazlo dando los apoyos necesarios para cada tipo de dificultad de comprensión.

 

 

5. Tender a la brevedad. La brevedad no es un fin en sí mismo, pero sí un medio para conseguir ser más claro. Es importante diferenciar la información accesoria de la fundamental. Hay que ofrecer la posibilidad de ampliar información o recurrir a la fuente original.

 

6. Usar un estilo claro y directo. Siempre que sea posible, es recomendable utilizar la estructura de sujeto, verbo y predicado en frases cortas y concisas, así como eliminar lo accesorio y las fórmulas retóricas. Hay frases o palabras que creemos que nos harán sonar más serios o importantes, pero que sólo nos alejan del lector.

 

7. Usar un lenguaje sencillo. Evitar arcaísmos, palabras en latín, frases hechas y optar, si es posible, por la opción más sencilla. Es importante usar siempre el mismo término para referirnos al mismo concepto. En caso de tener que usar una palabra a sabiendas de que es específica, es necesario explicar su significado. 

 

 8. Cuidar la forma. La presentación de la información también es importante y, en caso de textos escritos, incluye desde el tamaño y tipo de la letra hasta su contraste con el fondo, los gráficos que le pueden acompañar, los márgenes, la elección del papel, etc. Siempre que sea posible, se debe optar por el texto negro sobre fondo blanco, un tipo de letra de la denominada ‘sin remate’ y un tamaño como mínimo de cuerpo 12.

 

 

9. Usar (bien) gráficos. Los gráficos, tanto iconos y pictogramas como fotografías e ilustraciones, pueden ser un apoyo que favorezca la comprensión de la información, pero deben ser siempre pertinentes y no meramente decorativos, ya que pueden provocar el efecto contrario.

 

10. Testar: siempre que sea posible, es positivo testar el resultado con ciudadanos con dificultades de comprensión o simplemente profanos en el tema para comprobar si el texto resulta comprensible.

 

Recuerda que en el servicio ‘Información accesible’ de Plena inclusión Región de Murcia te ayudamos a ser más accesible con formación, elaboración de textos en lectura fácil y evaluación de entornos y de páginas web. Descúbrelo en este apartado de nuestra web: https://plenainclusionmurcia.org/c/proyectos/servicio-de-informacion-accesible/