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Cinco prácticas físico-deportivas que recomendamos a las personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo

La actividad física es saludable para todos. En el caso de las personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo, ayuda a mejorar la resistencia, la coordinación o el equilibrio, entre otros aspectos. También previene enfermedades que se producen por falta de actividad y conlleva, en general, una mejora en la calidad de vida.

 

El encargado del Área de Deportes de Plena inclusión Región de Murcia, Félix Molina, recomienda en este artículo cinco prácticas físico-deportivas beneficiosas para las personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo. Comenzamos.

 

 

1. Petanca

Consiste en lanzar una bola de madera denominada boliche y a partir de ahí, cada equipo lanza sus bolas marcadas para intentar dejarlas lo más cerca posible del boliche. La petanca conlleva una implicación cognitiva por parte de los participantes, ya que requiere concentración, paciencia y estrategia. Por otra parte, el requerimiento físico es bajo, por lo que pueden practicarla personas con movilidad reducida o que se desplacen en silla de ruedas. La petanca es totalmente adaptable. Se trata de un juego con reglas sencillas y que no requiere de instalaciones complejas para su desarrollo. Además, resulta muy motivadora y divertida para quien la practica.

 

 

 

2. Tenis

El tenis es un deporte que también sabe adaptarse. Mejora la capacidad psicomotora de la persona que lo juega, especialmente la óculo-manual. Además, se adquiere una disciplina, algo que favorece el desarrollo emocional. El tenis resulta altamente motivador y también es una poderosa arma de integración, especialmente en la práctica unificada, que se da cuando juegan en parejas personas con y sin discapacidad intelectual y del desarrollo. De hecho, la Fundación Rafa Nadal creó junto con Special Olympics España el proyecto Más que Tenis, enfocado al colectivo.

 

 

 

3. Fútbol

El fútbol es el Deporte Rey por excelencia y quien más y quien menos se siente atraído por él. De hecho, la Federación de Fútbol de la Región de Murcia (FFRM) puso recientemente en marcha la novedosa Liga Super Fútbol-8 para jugadores con discapacidad intelectual y/o del desarrollo. Los futbolistas mejoran sus cualidades físicas, técnicas y tácticas. Asimismo, este deporte desarrolla la conciencia de trabajo en equipo así como la responsabilidad, ya que la cooperación entre los compañeros es imprescindible para desarrollar las jugadas. Además, enseña a aceptar la derrota y a gestionar de la frustración. Del mismo modo, fortalece la autoestima y genera un espíritu de superación en los futbolistas.

 

 

 

4. Marcha nórdica

La Marcha Nórdica o Nordic Walking consiste en caminar utilizando unos bastones. Se trata de un ejercicio suave, pero en el que se ejercitan el 90% de los músculos del cuerpo. Además, permite adaptarse a cada personay optimizar la dinámica de su paso al caminar. ¿Lo mejor? Que no se necesitan instalaciones para practicarlo, ya que se puede realizar en cualquier sitio. Si es en contacto con la naturaleza, pues mucho mejor. El equipamiento necesario es muy básico y fácil de conseguir. La Marcha Nórdica favorece el trabajo autónomo y la coordinación dinámico-general de las personas que la practican.

 

 

 

5. Senderismo

El senderismo es quizá la práctica físico-deportiva más sencilla de realizar, ya que se puede adaptar a todas las personas. Ropa y calzado cómodos, agua y comida y protección para el sol son los básicos del Senderismo, que se puede realizar durante todo el año. Eso sí, la recomendación es que las rutas se encuentren en entornos naturales, ya que resulta mucho más beneficioso caminar en contacto con la naturaleza. Al igual que la Marcha Nórdica (de hecho, muchas personas hacen Senderismo con los bastones), facilita el trabajo autónomo y es una potente herramienta para socializar, ya que propicia la inclusión y la solidaridad entre los participantes. Y, muy importante, fomenta el conocimiento del entorno.