Texto de Olga Berrios, responsable de Accesibilidad Cognitiva de Plena inclusión España. 

Solemos pensar que las normas de ortografía
nos hacen la vida más difícil.
Pero la verdad es que la ortografía
ayudó mucho a que los libros
fueran más fáciles de leer.

Para empezar, hace muchos siglos
los libros no tenían espacios
que separan las palabras.

Por ejemplo, el título de este artículo
lo habrían escrito así:
«Laortografíaayudaalaaccesibilidad».

Esto lo hacían así porque había
muy poco material para escribir.
Así ahorraban espacio
y aprovechaban el material.

Te preguntarás: ¿cómo podían leer así?
Durante muchos siglos
solo se leía en voz alta.
Así es más fácil leer
cuando no hay espacios entre las palabras.

Además, la gente con más poder y dinero
no tenía interés en facilitar
que la gente pobre y sin educación
pudiera leer.

Poco a poco, se separaron las palabras.
También se inventaron los acentos,
los puntos o las comas.

También inventaron los índices
o comenzaron a titular los libros.

Todos estos elementos
nos ayudan también a saber
cómo se leen las palabras, las frases
y los libros enteros.

Todo esto lo he descubierto al leer
el libro de Irene Vallejo:
«El infinito en un junco».
Puedes verlo en su página 354.

Ahora pensamos que muchas normas de ortografía
son difíciles de recordar.

Pero si sabes todo lo anterior
puedes descubrir que la ortografía
también nos ayuda a leer
de forma más fácil todo.

La lectura fácil tiene también muchas normas
pero intenta que haya
menos signos y caracteres extraños
y los documentos sean más fáciles de leer.